Concierto Barcelona 1979


En el Palacio de Deportes. Presentación del conjunto “Triana”.

Apoyándose en la difusión de su último disco “Sombra y Luz” el conjunto sevillano “Triana” ha emprendido una gira por Cataluña que arrancó en un concierto inicial en el Palació Municipal de los Deportes, recinto que casi se llenó por completo de un público juvenil que, audible, se mostró apriorísticamente convencido.

Conviene señalar que en este concierto, y a diferencia de lo que suele ser habitual en estos lances (y concretamente en los conciertos organizados por las conocidas “multinacionales” del país) los críticos e informadores fueron reconocidos y atendidos, se les reservó una puerta de acceso y un “espacio vital” en el recinto para facilitar su labor y, encima, para pasmo y maravilla de los interesados, se les obsequió con bebidas y refrescos. Semejantes despliegue de cortesias puso muy en evidencia los métodos de tortura colectiva que otras organizaciones nos infligen de ordinario, y por esto lo consignamos:

Lástima que, despues, la prestación de “Triana” contribuyese más bien poco a colmar la fecilidad del informador. Como es sabido, este grupo cultiva un género “flamenco-rock” que, básicamente, y como planteamiento teorico, responde a una idea acertada. Pero, el caso es que, a lo vivo, la plasmación práctica de esta idea está servida por una consistencia musical tan precaria que su ejecución se queda, en la realidad, a medio camino. El grupo está formado por Jesus de la Rosa, lider, tecladista y cantante; Eduardo Rodríguez (ex “Payos”), guitarra española, y Juan José Palacios, batería. Además en la conjunción del sonido sólo se oyeron los teclados y la batería, y los otros dos instrumentos quedaron ocultos, emergiendo sólo esporádicamente la guitarra española en algún pasaje como solista.

La diferencia del sonido de “Triana” en disco y en directo es muy considerable, pese a lo cual, la mayor parte del público se dió por satisfecha y obsequió a los actuantes con inequívocas muestras de aprobación. Es lo que decíamos al principio, que ya estaban convencidos de antemano. Por nuestra parte, nos gustaría volver a escuchar “Triana” con una mejor técnica instrumental, con una más elaborada conjunción armónica y con un rigorismo estético más logrado.

Abrió el espectáculo un buen cantaor flamenco, José el de la Tomasa, acompañado a la guitarra por Enrique Paredes, ambos de Sevilla. En su breve actuación demostraron temple y valor en cantidad, enfrentados a un público que no era el suyo y a duras penas consiguieron sobreponerse a la clásica “división de opiniones” hasta arrancar un bis con uñas y dientes, como quien dice.

De manera que en esta ocasión, el público disfrutó de “Triana” y la crítica se deleitó con la fineza insólita de la organización. Así que “tutti contenti”.

 

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